El ex gobernador peronista de Córdoba (1973-1974) Ricardo Obregón Cano, quien fue destituido tras la sublevación conocida como «Navarrazo», falleció a los 99 años como consecuencia de una insuficiencia cardíaca y una complicación pulmonar, informaron fuentes de la familia.
La muerte de Obregón Cano se produjo el domingo por la noche y desde el mediodía sus restos son velados en O’Higgins 2842 del barrio porteño de Belgrano, en tanto que este martes está prevista la cremación en un cementerio de la localidad bonaerense de Pilar.
El político cordobés se encontraba internado en un sanatorio en Capital Federal desde el jueves pasado, y pasó sus últimos momentos acompañado por sus hijos Horacio, Ricardo y María Raquel y sus nietos, indicaron las fuentes.
Obregón Cano nació el 4 de abril de 1917 en Río Cuarto, donde cursó estudios primarios y secundarios antes de trasladarse a la ciudad de Córdoba, donde, en 1940, se recibió de odontólogo en la Universidad Nacional.
Fue embajador, diputado, senador y funcionario de la provincia, apasionado de la política. En los años en que el peronismo estuvo proscripto fundó el partido Tres Banderas.
Ocupó cargos de relevancia en el Gobierno justicialista hasta que en septiembre de 1955 la denominada Revolución Libertadora lo encarceló por cuestiones políticas.
En junio de 1956, se le realizaron simulacros de fusilamiento en la vieja Penitenciaría Nacional de la avenida Las Heras y al ser excarcelado partió al exilio.
En 1973 fue elegido gobernador de Córdoba, y el 27 de febrero de 1974 ordenó la remoción del jefe de la Policía de Córdoba, el teniente coronel Antonio Domingo Navarro, ex jefe de la Policía Militar del Tercer Cuerpo del Ejército, dando paso a un posterior conflicto.
Al enterarse del relevo, el jerarca policial acuarteló a unos 7.000 efectivos a sus órdenes en la ciudad, aduciendo una «infiltración marxista» en el Gobierno, a lo que el mandatario respondió con la exoneración del sublevado.
El gobernador puso en su lugar al inspector mayor Rubén Cuello -quien ejercía la subjefatura desde que Navarro detuvo ilegalmente, días atrás, al ex subjefe, teniente coronel Julián Chiappe- y esa misma tarde, grupos de civiles antiperonistas tomaron las emisoras LV2 La Voz del Pueblo y LV3 Radio Córdoba, y comenzaron a emitir comunicados en apoyo al jefe de la insurrección.
En respuesta, Obregón Cano difundió la siguiente declaración: «Antonio Navarro, en franca actitud de rebeldía, lejos de acatar la orden recibida, engaña a sabiendas a parte del personal policial y, con el apoyo de pequeños grupos repudiados por la ciudadanía, se rebela, pretendiendo ser fiscal del Gobierno electo por todo el pueblo de la provincia«.
Los sediciosos detuvieron al gobernador, al vice Atilio López, y a unas setenta personas que se encontraban en la gobernación, entre ellos, Antonio Lombardich (ministro de Bienestar Social) y Elio Alfredo Bonetto (ministro de Gobierno), los diputados Luis Bruno y Blas García, Julio Aliciardi (presidente del Banco de la Provincia de Córdoba), Juan Carlos Bruera (fiscal de Estado), Alejo Díaz Tiliar (director de Prensa), y Horacio Obregón Cano (hijo y secretario personal del gobernador).
Obregón Cano y López fueron llevados al Comando Radioeléctrico de la Policía provincial, donde permanecerían cautivos hasta las 17.30 del viernes 1 de marzo.
Ante la acefalía en la gobernación, el jueves 28 a las 22, el presidente de la Cámara de Diputados provincial, Mario Dante Agodino, asumió en forma interina la gobernación. A la misma hora era llevado a cabo un atentado contra el domicilio de Obregón Cano y el sábado 2 de marzo al mediodía, el presidente Juan Domingo Perón anunció su decisión de intervenir la provincia.
Además de Obregón Cano, también fueron desplazados entonces Oscar Bidegain (de la provincia de Buenos Aires), Miguel Ragone (de la provincia de Salta), Jorge Cepernic (de la provincia de Santa Cruz) y Alberto Martínez Baca (de la provincia de Mendoza).
La destitución por la fuerza del gobernador, abrió un período de inusitada violencia política en Córdoba que continuó hasta el retorno de la democracia.
Por su parte, el dirigente Hipólito Atilio López -quien había liderado el Cordobazo junto a Obregón Cano- fue asesinado por la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) el 16 de septiembre de 1974.
Al regresar al país en 1984, Obregón Cano fue parte de la fundación del Movimiento Peronista Montonero (MPM), lo que le valió durante la democracia, ser condenado a diez años de prisión por el delito de asociación ilícita como «jefe de organización».
En noviembre de 1987 la Sala II de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal, declaró la absolución de Obregón Cano por el delito de asociación ilícita en el sentido de considerar al ex gobernador miembro de la conducción política de Montoneros y no de la conducción armada.
Más recientemente, el 20 de agosto de 2010, a iniciativa de la diputada Gloria Bidegain, Obregón Cano fue declarado Mayor notable argentino, un reconocimiento que la Cámara de Diputados de la Nación Argentina otorga a personas mayores de 75 años que se hayan destacado en la política, la historia y literatura.
«Que el hombre del futuro sea una persona realizada que en el esfuerzo de contribuir al interés de la comunidad, y allí encuentre el más alto grado de realización individual«, dijo alguna vez durante su mandato Obregón Cano, en aquellas jornadas en las que las «banderas de liberación» flameaban en el gobierno cordobés.